La salud de los dientes de leche es clave para la dentadura en la edad adulta
Quien tiene hijos lo sabe: son muchas las dudas que asaltan a los progenitores a lo largo de la crianza y, más, cuando los hijos son pequeños y requieren del cuidado y supervisión constante de los padres. Hasta cuándo dar de mamar, cómo introducir los alimentos sólidos o cuántas horas deben dormir son algunas de las preguntas que suelen plantearse los padres primerizos.
También, claro está, cómo aliviar las molestias que sienten los más pequeños cuando empieza la dentición o qué medidas aplicar para garantizar la higiene bucal. Porque, aunque pueda parecer extraño, la boca hay que cuidarla incluso antes de que salgan los primeros dientes de leche. Las razones sobran. Os las explicamos detalladamente.
Antes de la dentición
Aunque los dientes de leche o temporales no hayan hecho acto de presencia, los bebés se alimentan igual que lo hacen los adultos y la posibilidad de que restos de leche y papilla queden depositados en su boca es una realidad. Por eso es conveniente limpiar las encías de los más pequeños una vez al día con una gasa humedecida y con suma delicadeza para evitar dañar al bebé. De esta forma no sólo garantizaremos la higiene bucal del pequeño, sino que también estableceremos una serie de rutinas que deberán formar parte del día a día del menor.
Hay que cuidar la boca antes incluso de que salgan los dientes de leche
Cuando empieza la dentición
Si había que cuidar la boca antes de la aparición de los dientes de leche, más aún cuando estos empiezan a salir. Y es que, a pesar de que estas piezas no son las definitivas, son claves para la salud de la dentadura adulta. Os explicamos por qué:
- Los dientes de leche ocupan el lugar de los que los que serán los dientes permanentes. Si el menor pierde alguna pieza de forma prematura o accidentada, puede provocar el desplazamiento de los dientes vecinos y causar problemas de espacio durante la dentición..
- Las raíces de los dientes temporales no se pierden cuando estos se caen, sino que el cuerpo las reabsorbe y utiliza sus propiedades para acabar de mineralizar las piezas permanentes. Por eso es tan importante que esperemos a que el diente de leche caiga de forma natural y no seamos nosotros los que arranquemos la pieza cuando ésta se empiece a mover.
- Que un diente temporal esté cariado no implica que el permanente desarrolle caries pero, sin duda, aumenta las probabilidades de que así sea. De ahí que sea fundamental cuidar la higiene bucal desde bien pequeñoss.
Es clave acudir a expertos en odontopediatría para garantizar la salud bucodental
Higiene bucodental
Una cosa ha quedado clara después de leer este artículo: hay que cuidar los dientes de leche; pero, ¿cómo hacerlo?
- Los pequeños deberán lavarse los dientes, como mínimo, tres veces al día. Primero lo harán con ayuda de los padres y, cuando adquieran autonomía, lo podrán hacer solos.
- El cepillo de dientes deberá de ser de cerdas suaves y, siempre, adaptado al tamaño de su boca.
A partir de los dos años de vida, es recomendable acudir de forma periódica al odontopediatra. Hacerlo es fundamental para garantizar la salud de los dientes de leche y el buen estado de los definitivos. También para detectar a tiempo la presencia de caries o cualquier tipo de alteraciones en la dentadura del menor..